personajes historicos de jalisco
viernes, 16 de mayo de 2014
Enrique Díaz de León
ENRIQUE DIAZ DE LEON (1893-1937)Política y promoción cultural Nació el 8 de septiembre de 1893 y murió el 28 de diciembre de 1937. Fue destacado intelectual y político, fundador y primer rector de la Universidad de Guadalajara, presidente del Consejo Nacional de la Educación Superior y de la Investigación Científica. Paladín de la reforma universitaria y del establecimiento de la escuela socialista, el gobierno de Francia le concedió las palmas académicas. Catedrático, diputado, director de la Escuela preparatoria de Jalisco y de Escuela Politécnica , a los 30 años fue una figura relevante en Jalisco,Vivió en el barrio de la Capilla de Jesús.En abril de 1921 se hace cargo de la dirección de la Biblioteca Pública del Estado. No permaneció mucho en ese cargo, ya que en agosto del mismo año renuncia. Se iniciaba la lucha política que iba a convertir en gobernador a uno de los "bohemios", a don José Guadalupe Zuno Hernández; y Díaz de León no podía estar al margen de una corriente renovadora. A finales de noviembre de 1922 el voto popular del cuarto distrito, el de Tlaquepaque, lo convertía en su representante ante el Congreso del Estado. El hombre inquieto que desarrolló siempre una febril actividad pues a los 31 años es ya una relevante figura en Jalisco.
Agustin de la Rosa
.

Nació a las 10:00 de la noche del 30 de Noviembre de 1824 para ser bautizado casi de inmediato, al día siguiente. Su nombre resulta un tanto hostil para los oídos modernos: José Silvestre Juan Nepomuceno Agustín De la Rosa y Serrano. Fue con ese apelativo que fungió en el seminario como instructor en las materias de lengua latina, griega, náhuatl (los cronistas llaman a esta “mexicana”), filosofía y teología, entre otras.
Tres generaciones debieron sus estudios al Padre Rositas, como afectuosamente era conocido. La suya fue una vida de servicio para los huérfanos con lo cuales vivía en su propia casa (“sus fieras” las llamaba), de activismo intelectual a través de sus periódicos, pero sobre todo al retiro intelectual. Es en cierta forma, como lo define el físico Durruty Jesús de Alba de la Universidad de Guadalajara: “Un sabio olvidado”.
Se doctoró en Teología un 19 de marzo de 1850 en la Real Universidad Literaria de Guadalajara. Según escribe Aurea Zafra Oropeza en el exhaustivo análisis del Padre de la Rosa y su contemporáneo, Agustín Rivera: “Su prelado quiso llevarlo en calidad de teólogo consultor al Concilio Vaticano y el general don Porfirio Díaz, le ofreció la cátedra de la Lengua mexicana de la Escuela Nacional Preparatoria, pero su extremada modestia le llevó a renunciar a ambos cargos honoríficos”.
Este moderado hombre de apariencia desgarbada no sólo fue uno de los primeros promotores de la astronomía del México independiente, sino que publicó uno de los primeros libros sobre esta materia en 1853. Lo llamó Adiciones a las lecciones de astronomía, según de Alba “muy probablemente sea el primero dedicado a la enseñanza de la astrofísica a nivel mundial”.
Escribió tratados en teología, mitología, del alma humana, de las pasiones, de las virtudes y de la luz (sería interesante echarle un ojo a este último). También editó los Elementos de trigonometría plana y esférica con aplicaciones a la astronomía en 1868
jueves, 15 de mayo de 2014
Dr. Atl: Paisajista y escritor
Paisajista y escritor
Una de sus múltiples aficiones era el estudio de los volcanes.
Como paisajista, dedicó una cantidad importante de su obra a la representación
de los volcanes Popocatépetl e Iztaccíhuatl desde diversas locaciones y
fácilmente visibles por aquélla época, desde la Ciudad de México. Se le
atribuye el diseño del telón de cristal opalesence elaborado por la casa
Tiffany de Nueva York, para el escenario de la sala de conciertos del Palacio
de Bellas Artes de la Ciudad de México, inaugurado en 1934. Incluso él aseguró
tal hecho, pero no ha sido comprobado.
También escribió el libro Cómo nace y crece un volcán. El
Paricutín. Cuenta sus experiencias al presenciar la erupción del Paricutín (en
el estado de Michoacán) ilustrado con pinturas y dibujos de su autoría, en
1943. El Dr. Atl fue un pintor paisajista que se puede considerar heredero y
sucesor de José María Velasco quien fue su maestro. A sus últimas series
pictóricas las llamó "aeropaisaje", ya que hacía sus registros desde
un helicóptero. Tuvo una relación romántica muy intensa con Carmen Mondragón, o
Nahui Ollin, seudónimo con el que él mismo la bautizó. El Dr. Atl siempre se
responsabilizó de ella y la ayudaba mediante el pago de una pensión.5 Pasajes
de esta relación tormentosa son narrados por él mismo en su autobiografía:
Gentes profanas en el convento publicada en 1950.
Se le reconoce también la creación de pinturas especiales con las
que pintaba, llamadas Atl Colours (pasteles grasos). Es curioso que algunas falsificaciones
de la obra del Dr. Atl, a pesar de ser hechas con Atlcolors, se hagan sobre
masonites y los fechen para mediados de los años 20, cuando aún no existía este
material. El Dr. Atl llegó a pintar sobre celotex.6
Igualmente practicante de la escritura, su obra literaria abarca,
entre otros títulos, tres volúmenes de cuentos titulados Cuentos de todos
colores. También escribió una autobiografía: Gentes Profanas en el Convento,
publicada en 1950, y otros libros y artículos sobre temas nacionales, de
diverso orden.
Ingresó a El Colegio Nacional el 6 de noviembre de 1950, sin
embargo renunció al nombramiento el 5 de julio de 1951.7 El Senado de la
República lo condecoró en 1956 con la Medalla Belisario Domínguez.8 Por su
desempeño en Bellas Artes, ganó el Premio Nacional de Bellas Artes en 1958.9
Murió en la Ciudad de México el 15 de agosto de 1964 todavía en plena actividad
artística, a pesar de haber perdido una pierna, como consecuencia de un
accidente sufrido en una de sus expediciones al Paricutín. Fue sepultado en la
Rotonda de las Personas Ilustres.

Dr. Atl: Maestro y expositor
Maestro y expositor
Como maestro de la Academia de San Carlos, hacia 1910 el Dr. Atl
alentaba a los jóvenes estudiantes, como José Clemente Orozco, David Alfaro
Siqueiros y Julián Márquez a romper con las pautas tradicionales y aventurarse
a crear con mayor audacia y libertad. Ese año, bajo la dictadura de Porfirio
Díaz, se presentó una exposición de pintura española para celebrar el
centenario de la independencia, y en respuesta, el Dr. Atl organizó otra
exposición con artistas mexicanos.
El Dr. Atl volvió a México entre 1913 y 1914 y se unió a la
Revolución mexicana con el bando de Venustiano Carranza. Más tarde se alió con
Álvaro Obregón. El Dr. Atl comparó en cierta forma a la revolución mexicana con
el socialismo bíblico, a fin de promover el crecimiento del arte, la literatura
y la ciencia; terminó su actividad política apoyando abiertamente a Hitler,
antes y durante la segunda guerra mundial.
Dr. Atl: Estudios
Estudios
Comenzó estudiando pintura a temprana edad en la ciudad de
Guadalajara. A la edad de 21 años, Murillo entró en la Escuela Nacional de
Bellas Artes en la Ciudad de México para completar sus estudios.
Tiempo después, Murillo obtuvo una beca otorgada a alumnos
destacados por la Academia de San Carlos, para continuar sus estudios en
Europa. Su área de aprendizaje se fue ampliando con el paso del tiempo. Estudió
filosofía y leyes en la Universidad de Roma. Murillo también viajó a París en
repetidas ocasiones para asistir a pláticas sobre pintura y dibujo impartidas
por Henri Bergson. Sus fuertes intereses políticos lo hicieron colaborar con el
partido socialista de Italia y trabajó algún tiempo en el periódico Avanti. En
esos días fue bautizado como él mismo se daría a conocer, el Dr. Atl, que en
idioma náhuatl significa agua; este seudónimo se le debe a Leopoldo Lugones. En
1915, al servicio de Venustiano Carranza, se prestó para intermediar con la
Casa del Obrero Mundial para integrarlos a las fuerzas del constitucionalismo,
en contra de las tropas de la División del Norte de Francisco Villa y del
Ejército Libertador del Sur de Emiliano Zapata.
En consulta con los sindicatos miembros de la Casa, y ante el
rechazo de todos ellos a la firma de un pacto con Carranza, convenció a 67
miembros de la misma para viajar a Veracruz y bajo la promesa de otorgarles
armas para que ellos realizaran "su" revolución social, logró que
estos 67 militantes firmaran un pacto del cual se derivaron los Batallones
Rojos, formado por desempleados que fueron reclutados en la ciudad de México,
con la promesa de casa y sustento a sus familias en Orizaba, Veracruz.
Este hecho determinó la formación del movimiento obrero mexicano,
en su vertiente corporativa, con la conformación después de la Confederación
Regional Obrera Mexicana, de Napoleón Morones. Pero de esta experiencia, los
firmantes del Pacto que descubrieron el engaño cuando Carranza condenó a muerte
a huelguistas de la propia COM, en 1916, formaron una nueva central
independiente del estado y combativa en los centros de trabajo, la
Confederación General de Trabajadores, que se mantuvo autónoma hasta 1931,
cuando no supo enfrentar las consecuencias de la primera Ley Federal del
Trabajo, de tintes fascistas copiada del Código del Trabajo de Benito
Mussolini.
Años después, el Dr. Atl se manifestará abiertamente a favor del
bando nazi y decididamente antisemita, declarando su admiración por Adolf
Hitler,1 por lo que vio con optimismo los primeros compases de la Segunda
Guerra Mundial, cuando las victorias hitlerianas le hacían sentir próximo el
fin del marxismo y del comunismo, del semitismo y del imperialismo.2 Tales
postulados le llevan a colaborar con la revista Timón dirigida por José
Vasconcelos y probablemente financiada por la embajada alemana, que acabaría
siendo prohibida por el gobierno mexicano a causa de sus inclinaciones nazis.
Luis Barragan Morfín: 1976 a 1980
En 1976 recibió el premio
Nacional de Artes, e ingresa como miembro del American Institute of Architects;
en 1984 fue nombrado miembro honorario de la American Academy and Institute of
Arts and Letters, de la ciudad de Nueva York; durante ese año, la Universidad
de Guadalajara le otorgó el título de Doctor Honoris Causa; en 1985 recibió el
premio anual de Arquitectura Jalisco.
En 1980, Luis Barragán fue distinguido por el premio Pritzker, establecido por la fundación Hyatt para honrar en vida al arquitecto cuyo trabajo demuestre talento, visión y compromiso, y que haya contribuido significativamente a la humanidad en la creación del entorno a través de la arquitectura. Esta distinción ha sido considerada como una especie de Premio Nobel en este campo. Luis Barragán, murió el 22 de Noviembre de 1988 en la ciudad de México, sus restos envueltos con la bandera nacional, descansaron por dos horas en el vestíbulo principal del Instituto Nacional de Bellas Artes.
Luis Barragan Morfín: 1930 a 1950
En 1930 viajó a Estados Unidos
con su padre, quien falleció en el trayecto. Obligado por esta circunstancia,
se hizo cargo de los negocios familiares en Guadalajara. Entre 1931 y 1932
realizó un segundo viaje por Europa. Viajó también por África del norte, donde
quedo impresionado con la arquitectura mediterránea y árabe. Con las
construcciones de Marruecos, retomo los interiores en penumbras, los juegos de
luz propiciados por las ventanas pequeñas y la integración de la construcción
al paisaje. Vista en perspectiva, la obra de Luis Barragán, va dirigida a
cuidar y proteger la calidad de vida del hombre, ante los inconvenientes de la
sociedad moderna y las grandes ciudades. Una casa es un refugio y por eso se
opuso radicalmente a los grandes ventanales que estuvieron tan de moda cuando
él concibió su estilo. La sensación de protección lo llevó a adoptar la pared y
el muro como elemento básico de construcción.
Cuando se
trasladó a vivir a la ciudad de México trabajó primero intensamente, en lo que
el llamo su etapa "comercial", para después retirarse y empezar a
crear las grandes obras de su madurez y desarrollar sus primeros jardines. En
1945 se asoció con José Bustamante para desarrollar el proyecto de
planificación y urbanización del fraccionamiento Jardines del Pedregal de San
Ángel, al sur de la ciudad de México. Le impresionó la belleza del paisaje
volcánico y concibió jardines y espacios habitables que se fundieran con la
belleza de ese lugar. El resultado fue una innovación en la arquitectura de
paisaje.
Luis
Barragán fue un hombre de contemplación y de silencio, hombre de espacios y de
luces, este virtuoso de un arte sin palabras fue siempre un hombre de libros.
Destaca de su personalidad la generosidad para con sus amigos y para con la
gente, era generoso y desprendido. En las casas que construyó para sus amigos
Efraín González Luna y José Arreola Adame (1929-1931), la biblioteca es un
lugar de privilegio. Pero sobre todo en la suya propia, en la casa que él
diseñó para sí en la plenitud de su madurez creativa. Tuvo también relación con
José Clemente Orozco, mientras este vivía en Nueva York y con quien pasó unos
meses, allí conoció arquitectos realmente vanguardistas como Federico Kiesler.
Su arquitectura esta influenciada también por amigos, como Ignacio Díaz
Morales, Jesús Reyes Ferreira, Mathias Goeritz, Ferdinan Bac y Kiesler. En 1951
conoció a Richard Neutra, con quien estableció una buena relación. A pesar de
tener grandes amigos arquitectos, no compartía con ellos todo su tiempo de
ocio, sino también con pintores, poetas, escultores y conocedores de la danza
como Carlos Pellicer, Jesús Reyes Ferreira y Miguel Covarrubias, sus devotos
amigos.


Construyó
dos iglesias con sus respectivas plazuelas frontales, una de ellas en un
poblado cerca de Corrales y un quiosco de madera en la plaza de Chapala.
Construyó también la capilla de Tlalpan. Fue una donación suya para la orden de
las Capuchinas Sacramentarias del Purísimo Corazón de María, utilizó por
primera vez el prisma triangular y el color naranja en una iglesia. Entre 1955
y 1957 realizó el fraccionamiento jardines del Bosque en Guadalajara, y este
último año recibió el encargo de diseñar el símbolo del fraccionamiento de
Ciudad Satélite. Ahí plasmo la idea de construir unas torres inspiradas en el
templo de San Gimignano, de Italia. En esta obra colaboró el escultor Mathías
Goeritz, y utilizó nuevamente la forma del prisma triangular. Luis Barragán
legó una abundante y valiosa producción arquitectónica en los campos del diseño
y la construcción de un intenso y profundo contenido humano, de fuerza vital,
de amor, a la mano de obra artesanal, de austeridad y misticismo, su obra posee
características expresivas de un estilo personal inconfundible y de una
regionalidad magistralmente lograda, que hacen de su autor el máximo exponente
de la arquitectura contemporánea mexicana.
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